Una yegua da a luz y inmediatamente llaman a la policía

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Hay quien dice que el perro es el mejor amigo del hombre. En el caso de Ben, su mejor amiga era su yegua Felicia. Era el caballo perfecto, y eran inseparables, con un vínculo sin igual. Pero pronto el mundo de Ben se viene abajo cuando el veterinario llama a la policía tras él. Ben tiene grandes preguntas que responder. Con una yegua preñada en su establo, un potro en apuros y la policía en su puerta, ¿qué iba a pasarles?

Llamar a la policía

Aquel día, cuando el veterinario llamó a la policía, Ben no sabía qué hacer. Sus pensamientos iban a toda velocidad. ¿Qué le pasaba a su caballo? ¿Tenía problemas? ¿Por qué tenía que venir la policía a su cuadra? Pronto lo averiguaría cuando la policía llegara en unos minutos.

Llamar a la policía

Por supuesto, la policía está preocupada por Ben y su caballo Felicia. Quieren adelantarse a la situación antes de que empeore. El primer paso sería dormir a Felicia. Entonces podrían tratar con Ben y llegar al fondo de las cosas.

Venga con nosotros, señor

Los policías se volvieron hacia Ben y le dijeron: "Venga con nosotros, señor". Cuando Ben oyó estas palabras, se volvió hacia los policías y se quedó muy confuso. Estaba preocupado por su caballo y no entendía muy bien por qué estaban allí.

Venga con nosotros, señor

Siendo realistas, ¿qué podía hacer la policía para ayudar? Después de todo, ¿qué saben ellos de ayudar a los animales? Ben no tardó en darse cuenta de que no estaban allí por el caballo ni por el potro. La policía estaba allí por él. Pero, ¿por qué estaban allí por él? ¿Qué había hecho?

El interrogatorio comenzó

Los policías miraron a Ben a los ojos. La situación empezaba a ponerse muy seria. Dijeron: "Es muy importante que sea sincero con nosotros, señor". Ben se sintió muy confuso. Sólo quería concentrarse en ayudar a su caballo... Y ahora estaba pasando esto.

El interrogatorio comenzó

El interrogatorio no tarda en entrar en acción. La policía le hizo muchas preguntas a Ben. Querían saberlo todo, de principio a fin. Los agentes le interrogaron sobre su pasado, su trabajo actual y su relación con su caballo, Felicia.

El caballo perfecto

Hasta este incidente, Felicia era el caballo perfecto. En cuanto Ben la vio, se enamoró. Siempre le gustaba visitarla en los establos. Mejor aún, rara vez se preocupaba por su salud. Esto le tranquilizaba, porque sabía que nunca tendría que gastar mucho dinero en facturas de veterinario.

El caballo perfecto

Felicia parecía el caballo perfecto que no causaría ningún problema. Sobre el papel era el mejor caballo que se podía tener. Con el paso del tiempo, se dio cuenta de que era igual de extraordinaria en la vida real.